Atenas – Funcionarios del Ministerio de cultura Griego dijeron que el reciente descubrimiento de un esqueleto enterrado en la tumba de Amphipolis desde la época de Alejandro Magno se someterán a pruebas para determinar su identidad de ADN.
Expertos procederá entonces a la segunda fase, usando el esqueleto para reconstruir una figura de la vida real del ocupante Anfípolis.
Profesor de la Universidad de Atenas de ortodoncia Manolis Papagrigorakis explica el procedimiento.
DPA: ¿Qué podemos averiguar sobre el esqueleto de Amphipolis mediante pruebas de ADN?
Papagrigorakis: Vez (ADN) se encuentra debería ser fácil determinar el sexo del esqueleto, así como su edad, altura, ¿Qué se comió, la causa de la muerte y hasta el color de su pelo y ojos. El material de ADN también puede mostrar si la persona murió de una enfermedad, fue matado en batalla o sufrió un accidente.
DPA: ¿Cuánto tiempo esto normalmente toma?
Papagrigorakis: Varía de seis meses a un año.
DPA: Expertos será capaces de comparar el material de ADN con muestras pertenecientes al padre de Alejandro Magno, Felipe II, para determinar si estaban relacionadas?
Papagrigorakis: Esto será muy difícil hacerlo porque el esqueleto del padre de Alejandro Magno fue quemado, Así que es imposible sacar material de ADN de él y así compararlo con el esqueleto de Anfípolis. Sin ser capaz de comparar el material genético puede ser imposible determinar la identidad exacta del esqueleto Anfípolis y si él o ella era de la realeza.
DPA: ¿Cuál es el procedimiento de reconstruir el rostro del esqueleto Anfípolis?
Papagrigorakis: Primero hacemos una réplica del cráneo original mediante modelización tridimensional y técnicas de prototipado rápido. Entonces tendríamos que colocar marcadores de madera alrededor del cráneo para delinear la profundidad promedio del tejido en base a datos de personas de diferentes géneros y edades. Después de eso debemos moldear la arcilla para formar los músculos necesarios alrededor de la cara. La arcada dental también ayuda a determinar la posición de la mandíbula y labios.
Las características que son los más difíciles para reconstruir son los labios, la punta de la nariz y las orejas porque no tenemos hueso para guiarnos. Todos los tejidos blandos y cartílago han desaparecido desde hace mucho tiempo. – Sapa-dpa
fuente: IOL.co.za