Hablando de las estatuas;

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Tromagmenes cariátides

Ese perpetuo, silencio sepulcral que siempre ha existido en esta tumba, se rompió. La gruesa, Suelo helado había llegado a ser uno con los ojos y el pecho, de repente empezaron a caer siguiente de nuestras mejillas. Nuestras caras se parecía, los cuerpos endedymena en detalle, para arriba y los pies apokalyfthikane los dedos. La oscuridad permanente, ¿Quién cayó alrededor de, Te convertiste en la luz y el color por primera vez, Después de ambos, Quién sabe, largo. ¿Quién sabe hasta dónde vamos a dar en esta misma actitud y situación, No es como si nos levantamos nuestro alguna vez, Es como si hemos dormido en el sueño profundo, eterna, por la misma época que nos puso aquí, para apoyar nuestras cabezas con el peso de los muertos. Y aún más sorprendente es que de alguna manera nos echamos a correr entre muerto y vivo, Puesto que no tenemos ni una ni la otra, Nunca vivido pero aun no sabes cuando morimos con precisión. Es como si nuestros cuerpos no son su koynithikan siempre, nuestras manos nunca se extenderán como más allá, nuestros párpados se quedó para siempre así, vivienda y kataplakwmena, Crees que marmarwse desde el principio que toda nuestra existencia y que existimos siempre tan, atrapado en una anquilosis perpetua desde entonces y nunca alcanza el. Pero aún así, incluso si estamos cubiertos de punta a punta la vasta tierra incontables eones, dividido sobre nosotros ya signos de desgaste, frentes agrietados, labio cortado en dos, Tal vez que una vez intentamos mover otra vez, Pero no lo hicimos y nos quedamos para siempre para que nos han dado, estatuas humanas o, Quién sabe, gente agalmatenioi.

Panos Moychteros

Hablando de las estatuas;

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